La montaña sagrada de Fuerteventura

Desde cualquier punto de la isla de Fuerteventura se puede vislumbrar un accidente geográfico conocido por los majoreros como un lugar sagrado: se trata de la Montaña de Tindaya, visita obligada para todo turista que viaje a Canarias.

 

La montaña de Tindaya se yergue solitaria 400,5 metros sobre los llanos del noroeste de Fuerteventura y fue creada por el paso del tiempo y las inclemencias meteorológicas a partir del Macizo de Betancuria hasta configurarse tal y como la podemos apreciar hoy en día.

El que fuera un lugar de culto de los habitantes prehispánicos continúa siendo en la actualidad la zona de la isla con mayor valor simbólico, ya que siempre se consideró punto de encuentro de brujas y lugar de acceso a lo desconocido. De hecho, gran parte de los mitos y leyendas majoreros ubican su escenario en Tindaya.

Pero el valor de la montaña sagrada no sólo se queda en las historias que han ido pasando de padres a hijos a lo largo de la historia, sino también en los grabados que aún se pueden apreciar en las rocas de la misma. En ellas los aborígenes dibujaron cientos de siluetas de pies humanos que han generado múltiples estudios arqueológicos, los cuales han confirmado la orientación de estos grabados al Sol, a la Luna y al Teide.