EL BRUXISMO NO SE CURA, PERO SE PUEDE PALIAR
A pesar de no haber una cura concreta para el bruxismo, podemos paliarlo y proteger al paciente de sus consecuencias.
“Hay que dirigir los esfuerzos a reducir la sobrecarga en los dientes, musculatura masticatoria, ATM y en las restauraciones protésicas e implantes”, señala a Infosalus el doctor Juan Manuel Prieto Setién, vocal de disfunción craneomandibular y dolor orofacial de la Comisión Científica del COEM.
Dependiendo de la severidad de cada caso, existen diversas opciones terapéuticas y frecuentemente se precisa de un manejo interdisciplinario que puede incluir además del dentista, al neurólogo, psicólogo, al especialista en alteraciones del sueño, y al fisioterapeuta entre otros.
Entre los pasos a seguir en este alivio del bruxismo el doctor Prieto Setién apunta los siguientes aspectos:
1. Tomar conciencia del hábito: la implicación del paciente es una herramienta clave en el tratamiento. Hay que evitar el hábito parafuncional en la vigilia, recordando su existencia y siendo cada vez más conscientes de cuándo se produce.
2. Técnicas de manejo del estrés: es uno de los factores de riesgo más importantes en el bruxismo. Toda técnica de relajación, cambio en el estilo de vida o psicoterapia cuando existe un problema psicológico de fondo, ayudan a controlar las tensiones. “La hipnosis se está descubriendo como una técnica útil para algunos pacientes”, señala Prieto.
3. Tratamiento ortopédico: las férulas (ortosis) interoclusales representan el tratamiento más extendido para el control de la sobrecarga del sistema masticatorio provocado por el bruxismo. Requieren de un diseño adecuado y personalizado, así como de revisiones y ajustes periódicos para su correcto funcionamiento. Sin embargo no siempre son necesarias y existen pacientes que no pueden tolerarlas. El doctor Prieto señala que se emplean las férulas de resina rígida y que deben evitarse las férulas blandas de silicona.
4. Fármacos: buscan disminuir la frecuencia e intensidad del bruxismo. Pueden emplearse relajantes musculares específicos, algunos tipos de antidepresivos y fármacos dopaminérgicos.
5. Toxina botulínica tipo A (Botox: es muy útil en los casos de dolor miofascial refractario e hipertrofia de los músculos masticatorios. Su elevado coste económico y su efecto temporal que hace necesario repetir el procedimiento cada seis meses aproximadamente limitan su uso
6. Fisioterapia: eficaz para la relajación muscular, corrección de la postura y tratamiento del dolor miofascial masticatorio entre otros beneficios.
7. Tratamientos desaconsejados: los ajustes oclusales, ortodoncia o rehabilitaciones cerámicas no deben emplearse como métodos preventivos o terapéuticos del bruxismo, aunque pueden ser realizados para el manejo de sus secuelas.
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